REFLEXION

RESTAURADOS POR COMPLETO
Espíritu – Alma – Cuerpo















Por
TEODORO MARIN BONILLA


TEMA 1

NECESIDAD E IMPORTANCIA DE LA RESTAURACIÓN


En este tema se desarrollan los asuntos: Definición de restauración, creados a imagen y semejanza de Dios, la composición humana – Espíritu Alma y Cuerpo, la caída completa y la promesa de restauración completa.

1.    DEFINICIÓN DE RESTAURACIÓN

El diccionario español define el termino restaurar como recuperar o recobrar. Reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía[1].

Teniendo esta definición y la orientación bíblica, la restauración se define como  la santificación del ser de las personas en su espíritu,  alma y cuerpo, que ha sido contaminado, herido y destruido; reparándolo, renovándolo, volviéndolo al estado original según el diseño de Dios.

El espíritu ha sido contaminado por el pecado, el alma ha sido herida por Satanás a través de los malos tratos de las personas y el cuerpo ha sido destruido por la enfermedad y las cosas malas de la vida.

Los siguientes textos bíblicos nos hablan de la restauración:

Jesús dijo: “El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir, yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

Satanás que es el enemigo del ser humano es identificado en el texto como el ladrón que viene para robar, matar y destruir el espíritu, el alma y el cuerpo. Jesús vino para restaurar el ser de las personas afectadas por Satanás, dando vida en abundancia, vida plena.

El apóstol Pablo enseño: “Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser – espíritu, alma y cuerpo – sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23).

Varios asuntos nos afirma este texto:

La restauración es realizada por el Dios de paz. El Dios que no roba, no remata, ni destruye al herido, si no que con su paz y amor repara lo dañado y vuelve a su estado original al ser de las personas.

La restauración lleva a la santificación. Aparta, separa y consagra a la persona para que recupere su imagen y semejanza con la que fue creada.

El ser de la persona sea irreprensible. Cristo amó y se entregó por la iglesia para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento por la Palabra, a fin de presentársela así mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha (Efesios 5:25-27). Las personas son restauradas para que estén purificadas, limpias, sin contaminación, sanas completamente para el día que el Señor regrese para llevarla a su presencia. El fin último de la restauración es la santificación para el encuentro con el Señor en la eternidad.

2.    CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza y con el plan que permaneciera siempre así. Habiendo sido afectado por la caída en pecado, ahora su plan es la restauración de su imagen y semejanza en el hombre.
En el último día de la creación, Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;..” (Génesis1:26). Y así, de esta manera Él terminó su trabajo con un “toque personal”. Dios formó al hombre del polvo y le dio vida de su mismo aliento (Génesis 2:7). De acuerdo a esto, el hombre es el único, entre toda la creación de Dios, que tiene una parte material (cuerpo) y una inmaterial (alma / espíritu).

Tener la “imagen” o “semejanza” de Dios significa, en términos simples, que fuimos hechos para parecernos a Dios. Adán no se parecía a Dios en el sentido de que Dios tuviera carne y sangre. La Escritura dice que “Dios es espíritu” (Juan 4:24) y por tanto Él existe sin un cuerpo material. Sin embargo, el cuerpo de Adán reflejó la vida de Dios, en cuanto a que fue creado con perfecta salud y no estaba sujeto a morir.

La imagen de Dios se refiere a la parte inmaterial del hombre. Esto coloca al hombre aparte del mundo animal, adecuándolo para el “dominio” que Dios le designó (Génesis 1:28), y capacitándolo para tener comunión con su Creador. Es una semejanza mental, moral y social.

Mentalmente, el hombre fue creado como un ser racional con voluntad propia – en otras palabras, el hombre puede razonar y elegir. Este es el reflejo de la inteligencia y la libertad de Dios. En cualquier momento, alguien inventa una máquina, escribe un libro, pinta un paisaje, disfruta una sinfonía, calcula una suma, o nombra a una mascota, él o ella están proclamando el hecho de que fueron hechos a la imagen de Dios.

Moralmente, el hombre fue hecho inocente, sin pecado, solo conociendo el bien, el mal no estaba en ellos. La serpiente le dice: “Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal” (Génesis 3:5). Efectivamente cuando comieron del fruto prohibido se dieron cuenta del mal y sintieron vergüenza.

Socialmente, el hombre fue creado para tener compañerismo. Esto refleja la Trinidad de Dios y Su amor. En el Edén, la primera relación que tuvo el hombre fue con Dios. El hecho que Dios se paseara en el huerto y les hablara, implica esta relación con Dios (Génesis 3:8), y Dios hizo a la mujer, primeramente porque “no es bueno que el hombre esté solo…” (Génesis 2:18). Cada vez que alguien se casa, hace un amigo, abraza a un niño, o asiste a una iglesia, está demostrando el hecho de que fuimos hechos a la semejanza de Dios.

La imagen en el edén fue de perfección:
·      Perfección en su carácter: semejante a Dios.
·      Perfección en su ambiente: No hay allí pecado.
·      Perfección en su mente: La excelencia de sus capacidades.
·      Perfección en sus relaciones: Totalmente amorosa.

Condición del hombre antes de la caída:
Un hecho que debemos conocer es que antes de la caída y aun antes de la creación del hombre, Dios creó multitudes de ángeles para que le adoraran y le sirvieran. A través de la biblia encontramos muchas referencias a estos seres espirituales, reales que tienen mente, emociones y voluntad, los cuales son poderosos, santos y escogidos por Dios, para ser sus mensajeros, portadores de las buenas nuevas y ejecutores del juicio de Dios; están también para ministrarnos a nosotros. ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?   (Hebreos 1:14).

La Biblia menciona algunos rangos entre los ángeles y nos da el nombre de algunos describiendo su función. Se menciona al Arcángel  Gabriel en Daniel 8:16, y 9:21; al Arcángel  Miguel en Daniel 10:13-20; y Judas 9. También se menciona a  un ser llamado  Luz Bell, encargado de la adoración a Dios, quien se enalteció en su corazón, queriendo ser igual a Dios, y busco ser adorado, por lo tanto perdió su lugar de autoridad y fue lanzado al abismo junto con todos sus ángeles. Jesús les dijo a sus discípulos: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas 10:18). Los textos de Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-19 describen el poder y la hermosura del arcángel antes del pecado y también el juicio y el objeto de espanto en que fue convertido a causa de su rebelión contra Dios.

Dios creó los cielos y la tierra, toda la creación  muestra el gran amor con que Dios prepara el lugar donde sus hijos debían gobernar, ese gran padre prepara la casa de sus hijos con cuidado y ternura. (Génesis 1).

El hombre es creado semejante a Dios, para ser su representante en la tierra,  recibe su bendición y su autoridad para hacerlo, todo lo creado es puesto bajo el gobierno y la autoridad del hombre.

El hombre es creado con espíritu, alma y cuerpo y con la capacidad de tomar sus propias decisiones. Dios crea al hombre con la capacidad de sostener una íntima relación con El; y en esta relación el hombre encuentra la satisfacción plena de todos los aspectos, realización, valor, afecto, seguridad, estimación, cuidado, respeto, importancia y sentido de destino lo encontró el ser humano en Dios.

El ser humano fue creado integralmente sano: Su espíritu (humano) es creado libre, para relacionarse con el Espíritu de Dios, para oír la voz de Dios; y capaz de  crear, descubrir y gobernar el mundo.

El alma del hombre  fue creada en completo equilibrio; su mente  muy capaz de entender los propósitos de Dios.   Las emociones del hombre y la mujer, fueron creadas en completa sanidad, antes de la caída Adán y Eva andaban en un perfecto estado de inocencia: Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban” (Gen 2:25).  No había en ellos, vergüenza, acusación, ni temor. Su voluntad o capacidad de tomar decisiones también fue creada en libertad. Dios entrega bajo su disposición todo tipo de riquezas, oro, piedras preciosas, y todo tipo de alimento, plantas, semillas y animales para administrar, pero para que ellos hicieran uso de su libre albedrío Dios les da un mandamiento: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gen 2: 16-17).  

El cuerpo humano igual que su espíritu y su alma fueron creados en completa sanidad, todos sus órganos y sistemas eran sanos y diseñados para vivir toda la vida en armonía. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Gen 1:31)

3.    COMPOSICIÓN HUMANA – ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO
El Apóstol Pablo le escribe a los tesalonicenses: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”  (1°Tesalonisenses 5:23).
3.1.        EL ESPÍRITU
El Espíritu humano es el soplo de vida que Dios colocó en el hombre cuando lo creó. En la biblia se menciona muchas veces la palabra espíritu refiriéndose al espíritu del hombre; por ejemplo cuando Jesús  dice: “El espíritu a la verdad está dispuesto pero la carne es débil (Marcos 14:38). También cuando Jesús ora al Padre diciendo: “En tus manos encomiendo mi espíritu”. (Lucas 23:46).
El escritor Watchman Nee (1930-1972) fue un influyente predicador cuyas ideas todavía influyen la iglesia hoy. Su posición es un buen ejemplo de la tricotomía. En cuanto al espíritu, Nee escribe: "…TODA comunicación de Dios con el hombre ocurre allí". Nee enseña que el espíritu tiene tres funciones primarias: “Conciencia”, “intuición” y “comunión”.  Estas tres funciones están definidas de la siguiente forma:
La conciencia es el órgano que discierne y distingue entre lo bueno y lo malo, pero, no, a través de la influencia del conocimiento que está en la mente sino por un juicio directo y espontáneo.
La Intuición es el órgano de sensación del espíritu humano… ese conocimiento que viene a nosotros sin ninguna ayuda de la mente, emoción o voluntad, viene intuitivamente.
La Comunión es adoración a Dios. Los órganos del alma son incompetentes para adorar a Dios. Dios no se conoce por nuestros pensamientos, sentimientos o intenciones porque él puede solo ser conocido directamente por nuestro espíritu[2]
Es entonces en el espíritu del hombre donde habita el Espíritu Santo de Dios, también allí es donde se encuentra la conciencia, la intuición, la creatividad, el deseo de vivir y de surgir. Cuando una persona es rechazada, herida y recibe maltratos y abusos especialmente desde niño, su espíritu humano es herido y debilitado, entonces esa persona pierde su fuerza para enfrentar la vida. El espíritu humano puede estar atado, encarcelado y apocado por causa de las heridas del pasado.
El Doctor Alberto Benjamín Simpson afirma que el espíritu es el elemento divino en el hombre desarrollando las siguientes funciones[3]:
Es aquello en nosotros que conoce  a Dios…que puede tener compañerismo con El, oyendo su voz, adorando su carácter, hablándole en un lenguaje espiritual a través de la oración.
El espíritu es aquello que reconoce la diferencia entre el bien y el mal…Es el asiento de la Justicia, de la pureza y de la santidad.
El espíritu es lo que decide todo el asunto de nuestra acción y nuestra obediencia.
El espíritu es el que confía en Dios como su padre y puede verlo cara a cara.
El espíritu es lo que ama a Dios, con amor divino que es un don directo del Espíritu Santo.
El  espíritu es el que glorifica a Dios y tiene como objetivo que se cumpla en él la voluntad de Dios.
El espíritu es lo que se deleita en Dios, y que tiene hambre de su presencia.
3.2.            EL ALMA
La palabra alma en el griego es psykhe que significa el asiento de los pensamientos (la mente),  las emociones (sentimientos),  y los actos de la voluntad. Hagamos un pequeño análisis de cada uno de estos elementos del alma:
 La mente:
La mente humana es comparada con un computador; allí está grabada y programada toda la memoria de la persona  desde que fue formado en el vientre de su madre, todo lo recibido y aprendido en cada una de sus experiencias.
Los especialistas en el tema afirman que en la mente se pueden identificar tres niveles: el consciente, el subconsciente y el inconsciente.

  








El consciente
El subconsciente
El Inconsciente
Incidentes reprimidos




El consciente: Es la parte donde se asientan las impresiones y experiencias que se están viviendo en el presente, las cuales se pueden recordar inmediatamente.
El subconsciente: Es un grado más profundo donde se reciben experiencias e impresiones, las cuales se pueden recordar deteniéndose a pensarlo cuidadosamente, entre más tiempo transcurre, el recordar se hace más difícil.
El inconsciente: En este nivel de la mente ya no es posible recordar lo que  ha sucedido, pero los sucesos no se han borrado, simplemente han pasado al nivel del inconsciente. Se puede comparar esta parte con el sótano de una casa que aunque no se ve, sabemos que está allí.
Cuando el evento ha sido un trauma o un evento doloroso, sucede lo que se llama un “olvido activo” es decir que para evitar el dolor la mente, guarda o reprime en el inconsciente ese suceso; la persona no puede recordar lo sucedido, pero el hecho continúa activo. Estos recuerdos dolorosos y reprimidos afectan los comportamientos presentes de las personas. Es necesario que el Espíritu Santo entre al inconsciente y saque desde allí el recuerdo, lo sane para que la persona reciba libertad[4].            
En la mente encontramos grandes facultades que Dios nos dio, como la comprensión, la cual es el asiento de la inteligencia, allí tenemos la percepción, la facultad de adquirir conocimientos, el razonamiento y la memoria.  También está en nuestra mente la facultad de  imaginar, comparar, concluir,  están además los talentos y ciertas inclinaciones especiales hacia cosas que nos gustan por ejemplo la música, el arte y otras.
No debemos ignorar que la mente puede ser utilizada por  Satanás para ejercer control sobre la vida de las personas;  en la medida en que la mente de una persona haya sido herida, lastimada o quebrantada se afectara la forma de sus comportamientos, las relaciones interpersonales y sus emociones.

La mente del cristiano necesita ser renovada por un proceso que el Espíritu Santo hace desde el momento en que la persona recibe a Cristo como el Señor y Salvador de su vida. El Apóstol Pablo hablando de los deberes de los cristianos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformados por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”  (Romanos 12:2)
La mente es trasformada cuando el Espíritu Santo  revela al cristiano las mentiras que el enemigo ha sembrado en su sistema de creencias acerca de su valor personal, acerca de Dios, y de otras personas, luego de descubrir las mentiras, la persona deberá remplazarlas por  las verdades que Dios dice  en su Palabra y lo que él revele a  su corazón, luego deberá aceptar esas verdades y guardarlas para vivir en ellas, teniendo la mente de Cristo.  (1°Corintios 2:16)        
Las Emociones:
En el alma se albergan las emociones; es allí donde están los sentimientos y afectos del ser humano. Las emociones están muy ligadas a los pensamientos y dependen de ellos, pues un pensamiento negativo da como resultado un sentimiento negativo. Al principio Dios creó al hombre con emociones sanas donde su esencia,  el amor,  fue lo más importante en el alma de sus creaturas, por esta razón el amor, la aceptación y la aprobación son  necesidades básicas de toda persona. Como consecuencia  de la caída en el pecado esta parte del alma humana, fue inundada con emociones negativas desde el primer momento, entro el temor, la vergüenza, el rechazo, la acusación, la culpa y desde allí la humanidad enfrenta a diario emociones negativas.
Con la presencia del Espíritu Santo en la vida de una persona redimida por Cristo y a través de un proceso de sometimiento de la persona al Señorío de Cristo, el alma es restaurada y las emociones son transformadas por los frutos del Espíritu Santo que son: “amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad,  fe, mansedumbre y templanza”. (Gálatas 5:22-23)
La voluntad.
La voluntad del hombre es la capacidad que Dios le dio para tomar sus propias decisiones, es la capacidad de escoger  lo que debe o no debe hacer. “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:16, 17)
Adán  solo tuvo una decisión que tomar, y desobedeció. Desde ese día en adelante, todos los seres humanos nos vimos enfrentados a tomar continuamente, muchas decisiones tanto negativas como positivas. Pero de igual manera que sucede con nuestras emociones, el Espíritu Santo de Dios quien  está en nosotros nos capacita para hacer la voluntad de Dios, pues la palabra de Dios nos dice: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio  (2° Timoteo 1:7).  Es por el Espíritu de dominio propio que el hombre de Dios, puede elegir el camino de la obediencia a los principios divinos; la voluntad humana debe ser rendida, quebrantada, muerta al pecado, para luego ser puesta bajo la voluntad de Dios.
3.3.        EL CUERPO 
El cuerpo es la parte física del ser humano; se compone de cabeza, tronco y extremidades. Está organizado en diferentes niveles jerarquizados. Así, está compuesto de aparatos; éstos los integran sistemas, que a su vez están compuestos por órganos conformados por tejidos, que están formados por células compuestas por moléculas. El cuerpo humano posee más de cincuenta billones de células. Éstas se agrupan en tejidos, los cuales se organizan en órganos, y éstos.
en ocho aparatos o sistemas: locomotor (muscular y óseo), respiratorio, digestivo, excretor, circulatorio, endocrino, nervioso y reproductor.[5]
Cuando nos detenemos a estudiar el cuerpo humano, podemos ver un monumento de sabiduría y poder divino capaz de revelar la existencia de un gran Arquitecto, quien según el relato bíblico, se tomo el tiempo y el cuidado de hacer con sus propias manos y del polvo de la tierra, el cuerpo del hombre. Esto nos muestra la gran importancia que tiene nuestro cuerpo para nuestro creador.

A través de la historia, se han levantado muchas filosofías que han hecho pensar a la gente que el cuerpo es malo, que hay que castigarlo, pero las Sagradas Escrituras nos dicen que debemos cuidar nuestro cuerpo, y presentarlo al Señor como un culto de adoración a Él. “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. (Romanos 12:1-2)

También nos dice el apóstol Pablo que no debemos presentar los miembros de nuestro cuerpo al pecado, porque nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?   (1°Corintios 6:19).

En el cuerpo se evidencian los efectos de somatizar los problemas espirituales y emocionales, el salmista dijo: “Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día” (Salmos 32:3). Muchos de las enfermedades del cuerpo como migrañas, artritis, hipertensión, alergias, gastritis, stress y otros, tienen su origen en lo emocional o espiritual.

4.    LA CAÍDA COMPLETA

Ante la insinuación de Satanás, el hombre y la mujer fueron seducidos y cedieron ante la tentación, poniéndose de acuerdo con Satanás, de esta manera el hombre le entrega a Satanás la autoridad dada por Dios y el gobierno de toda la tierra. El relato bíblico dice: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Génesis 3:1)… Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” (Gen 3: 6-7).

La estrategia que Satanás uso en la tentación a Eva se dio en tres direcciones: uno, El fruto era bueno para comer, dos, que el fruto era agradable a los ojos y tres, que era codiciable para alcanzar la sabiduría.

La misma estrategia la uso en la tentación a Jesús: Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,   y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 4:3-9). Uno, convertir las piedras en pan, dos, agradable ser visto sostenido por los ángeles al lanzarse del pináculo del templo y tres, tener todas las riquezas y la gloria del mundo.

El apóstol Juan en su carta señala que Satanás usa con el creyente hoy la misma estrategia que usó con Eva y Jesús:“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:16).

Efectos de la caída.
Desde el momento en que el hombre y la mujer desobedecen al mandato de Dios, entra la muerte, la separación del espíritu de Dios con el espíritu del hombre; se daña la relación entre Dios y el hombre en la cual estaba sustentada su seguridad, entra la muerte espiritual y afecta todas las áreas del ser humano su espíritu es abrumado, abandonado y se establece un vacío espiritual en su interior. Entra a su alma una cantidad de sentimientos negativos como: temor, vergüenza,  culpa, deseos de huir y esconderse, acusación  hacia la otra persona y mucho miedo. Lo triste es que no solo  Adán y Eva sufrieron estas consecuencias sino que todos sus descendientes es decir, todos los hombres y las mujeres, nacen con los efectos del pecado. “Por tanto como el pecado entro en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte paso a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”  (Romanos 5:12).
Así las consecuencias negativas entraron a todos los hombres y desde allí a todas las generaciones:
·         El hombre peca y busca soluciones humanas sin contar con Dios.
·         La humanidad intenta esconderse de Dios.
·         Generalmente la gente tiene  miedo hacia Dios.
·         Entro la culpa y la acusación entre los hombres
·         Se afecto el embarazo y el nacimiento, entro el dolor en la mujer.
·         Se afecto la tierra, la provisión.
·         Entró la muerte física. La realidad de la enfermedad.
·         Se perdió la comunión con Dios, y solo con muerte y con sangre se podía solucionar el pecado, y así poder restablecer  la comunión con Dios.
·         Adán y Eva fueron expulsados del Edén, y entra el rechazo en la humanidad, las gentes no se sienten amadas ni aceptadas, hay un gran vacío en el interior de cada persona por  la ausencia de la presencia de Dios en las vidas.
·         El ser humano requiere y necesita atención, aprobación, admiración, respeto, cariño y reconocimiento entre otras.
·         El pecado es un sistema que abarca la totalidad de la naturaleza humana, reacciones, actitudes y comportamientos.
·         Hay una búsqueda constante de satisfacción, volver al plano original donde encontraba satisfacción con el Creador.

Acerca de la muerte como consecuencia del pecado el autor Watchman  Nee en su libro el hombre espiritual dice:

“Cuando Dios habló con Adán, antes que nada le dijo: «el día que comas de ella (la fruta del árbol del bien y del mal) morirás» (Gn. 2:17). Aun así, Adán y Eva vivieron cientos de años después de haber comido la fruta prohibida. Evidentemente, esto indica que la muerte que Dios había anunciado no era solo física. La muerte de Adán empezó en su espíritu. ¿Qué es realmente la muerte? Según la definición científica la muerte es «el cese de la comunicación con el medio ambiente». La muerte del espíritu es el cese de su comunicación con Dios. La muerte del cuerpo es la interrupción de la comunicación entre el espíritu y el cuerpo. Así pues, cuando decimos que el espíritu está muerto no implica que ya no haya espíritu. Sólo queremos decir que el espíritu ha perdido su sensibilidad hacia Dios y por eso está muerto para Él. La situación exacta es que el espíritu está incapacitado, es incapaz de tener comunión íntima con Dios. Vamos a ilustrarlo. Una persona muda tiene boca y pulmones, pero hay algo que falla en sus cuerdas vocales que le impide hablar. Para todo lo que se refiere al lenguaje humano su boca puede ser considerada muerta. De igual manera el espíritu de Adán murió a causa de su desobediencia a Dios. Aún tenía su espíritu, pero estaba muerto para Dios porque había perdido su instinto espiritual. Y sigue siendo así. El pecado ha destruido el profundo conocimiento intuitivo que el espíritu tenía de Dios y ha hecho al hombre espiritualmente muerto. Puede ser religioso, moral, erudito, capaz, fuerte y sabio, pero está muerto para Dios. Incluso puede hablar de Dios, razonar acerca de Dios y predicar a Dios, pero sigue estando muerto para Él. El hombre no puede oír o percibir la voz del Espíritu de Dios. En consecuencia, Dios, en el Nuevo Testamento, llama a menudo muertos a los que están vivos en la carne”[6]

5.    PROMESA DE RESTAURACIÓN COMPLETA

Cuando el ser humano desobedece a  Dios  con ello, se genera una búsqueda de satisfacción interior. La raza humana cae bajo juicio, y esta destituida de la gloria de Dios. En ese momento, Dios tomo la iniciativa para volver a restablecer el diálogo y la relación con el ser humano.Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” (Génesis 3:15) 

Esta palabra se cumple con la venida de Cristo a la tierra, como Mesías Redentor. Con la muerte y resurrección de Cristo se genera una nueva esperanza para el ser humano, las necesidades producidas por el pecado se resuelven en Cristo; toda persona que cree, recibe y se apropia de la obra restauradora de Jesucristo, recibe nuevamente los beneficios o atributos de ser criaturas creadas.

Cuando Adán y Eva les dio vergüenza por estar desnudos y se vestían con hojas de higuera, “Jehová Dios hizo para el hombre y la mujer túnicas de pieles y los vistió” (Génesis 3:21). Este acto anunció la muerte de Cristo como cordero inocente para cubrir la desnudez del hombre.

Con el mensaje del evangelio la salvación viene de afuera del ser humano, es aceptado, creído, interiorizado y regula la totalidad de la vida. Al recibir la salvación en Cristo se generan nuevas posibilidades para el ser humano, nuevo sentido de destino, se tienen nuevas posibilidades para cambiar prácticas y postulados que han marcado la vida.

Con la presencia de Cristo, el Espíritu Santo viene a vivir en el cristiano y comienza un proceso de renovación en la vida de la persona. Las marcas, las heridas y el dolor acumulado pueden ser resueltos en la cruz de Cristo. Cada área que el creyente somete a la obra de Cristo es restaurada a su estado original.

La palabra dada al profeta Isaías, proyecta el ministerio restaurador de Jesús: “El Espíritu de Jehová, el Señor, está sobre mí, porque me ha ungido Jehová. Me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová y el día de la venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los que están de luto; a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé esplendor en lugar de ceniza, aceite de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado” (Isaías 61:1-3). Jesús asume esta palabra con referencia a él, que define su misión en la tierra (Lucas 4:16-19).

El profeta Isaías también dijo de Jesús: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores…, Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados” (Isaías 53:4,5). Matero da testimonio que Jesús efectivamente realizó esta labor de restauración, dice que “Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” (Mateo 9:35). Jesús sanó toda enfermedad del cuerpo y toda dolencia del alma.

“La caída completa exige una restauración completa” y el propósito de Dios es que seamos “restaurados para restaurar”, él encomienda: “Restaurarán los escombros de muchas generaciones” (Isaías 61:4)





[1] ENCARTA. Diccionario Español
[2] Ministerios de vida eterna. http:/www.vidaeterna.org/esp/preguntas/esp-alma.htm
[3] Simpson, Alberto Benjamín. Santificados por completo. Editorial Alianza. EE.UU. 1981. Pág. 23-29
[4] Westmeier Arline, Sanidad del alma Herida, Editorial UNILIT, Miami U.S.A, 1°Edición, 1991, pág.23-27.
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Cuerpo_humano

[6] NEE. Watchman. El hombre Espiritual.

Comentarios

  1. Muy importante para nuestro ministerio y nos ayuda a tener un mayor conocimiento, de esta manera podemos ayudar a otras ministerios

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